Aparecen las muletas «perdidas» en el mar de Alain Irazu

Getaria, SP.- Hace unos pocos días saltaba la alarma. Alain Irazu, un buen amigo de INDESmed, nos enviaba un whatsapp indicándonos que había perdido sus muletas «acuáticas», cuando nadaba entre Getaria y Zarautz. Alain lleva las muletas de aluminio aeronáutico INDESmed, selladas por el interior para que floten, cuando tiene que hacer alguna de sus ya famosas travesías a nado por las frías aguas del Cantábrico.

Llevar las muletas significa que una vez llegue a la playa de arribada, Alain tendrá la autonomía suficiente como para salir del agua por sus propios medios sin requerir ayuda externa para poder hacerlo. Pero cuando llegó a Zarautz tras realizar la travesía a nado desde Getaria, donde vive, se percató que las había perdido por el camino.

Ni corto ni perezoso, en lugar de andar lamentándose de la pérdida, Alain decidió volver el camino nadado en busca de las muletas perdidas, como si se tratara de un Indiana Jones buscando sus muletas en dirección a Getaria, su punto de partida. No hubo suerte. El bueno de Alain había perdido sus muletas, y tuvo que llamar cuando llegó a Getaria para que le acercaran las de repuesto de fibra de carbono.

Alain tenía la esperanza de que el texto pegado en las muletas de «Estoy nadando/Gerian Nago», en español y euskera, sirviera para que si alguien las encontraba las facilitara a alguna autoridad para intentar localizarle. Pero no apostaba demasiado porque aparecieran.

A la mañana siguiente, a las 6 como de costumbre, el bueno de Alain, le comentaba a un amigo, precisamente de Zarautz lo que le había sucedido.

Su amigo paseaba su perro por la playa de Zarautz al día siguiente, cuando al final de la playa, en dirección a Orio vió algo anaranjado entre las rocas, que no podía creer en un primer momento que se tratara de las muletas que Alain le había comentado, había perdido, el día anterior…

Pero sí, efectivamente se trataba de las muletas perdidas, y llamó a Alain que no se lo acababa de creer en un primer momento. Está claro que las muletas flotantes del de Getaria no querían perder a Alain.