Muletas de carbono, una obra de arte.
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Fabricar una muleta de carbono puro es en realidad un arte.
La tela de fibra de carbono es un tejido muy fino, disponible en ĺaminas de 0.1mm o 0.2mm. Por ello, para conseguir una estructura tubular de aproximadamente 1mm de espesor, es necesario
cortar y sobreponer varias capas de tejido sobre un molde.
Los moldes para fabricar muletas de carbono son de aluminio, y deben tener la forma exacta de la estructura tubular que se requiere fabricar.
Los trozos de tela de carbono son colocan cuidadosamente en cada una de las partes del molde; cuando este proceso ha finalizado,
se interconectan ambas partes del molde para formar la estructura tubular completa. La parte más complicada del proceso de producción es esta interconexión,
ya que el tejido de ambas partes del molde debe de entrelazarse o coserse manualmente
Una ves que las partes del molde se han interconectado, se debe aplicar presión en su interior para que el tejido se adapte de forma precisa a las paredes del molde.
Esta presión se puede ejercer mediante aire o espuma injectada.
Al mismo tiempo que se mantiene dicha presión en el interior del molde, se ha de colocar el molde en un horno autoclave para aplicar calor y curar apropiadamente el epoxy del tejido.
Finalmente, tras unas horas en el horno, se procede a separar ambas partes del molde e inspeccionar una maravillosa estructura tubular de fibra de carbono, que en realidad, es una pequeña e irrepetible obra de arte.